jueves 17 de julio de 2003

*
la señora entró a preguntar o a comprar en un comercio de venta de ropa para señoras, y el hombre se quedó afuera, sintiéndose ridículo por quedarse afuera;
para no tener que sentirse ridículo por entrar, afrontando esa cierta incomodidad de saberse fuera de lugar desde el momento de entrar hasta el momento de irse