sábado 23 de agosto de 2003

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escoteta era la palabra que había inventado la muchacha para referirse a una señora que atendía un local que abría a horas insólitas y reunía dos rubros que parecían no tener nada que ver entre sí: la alimentación naturista y el alquiler de películas de video;
lo de escoteta lo dijo con gracia aludiendo a los escotes que usaba esa señora y a lo que el escote dejaría ver, mientras sugería con malicia que su padre demoraba muchísimo cada vez que iba allí a comprar algo;
un hombre y su joven hijo que estaban en esa casa de visita se rieron mucho con el cuento, y al salir se fueron a ver ese local, un poco en broma y un poco en serio, sólo para descubrir que si querían ver algo de lo que se hablaba debían volver en el verano, porque la señora en cuestión tenía puesto un abrigo de lana típico de los días de mucho frío que le cubría hasta las orejas, lo que también tuvo su gracia