miércoles 5 de noviembre de 2003

* hay quienes empeoran desde chicos, hasta convertirse en malísimos, para empezar luego a abuenarse con el tiempo; otros empiezan a hacer su experiencia de buenos, solo para convertirse en muy malos hacia los finales de la vida; parece ser de todos modos que la humanidad promedia los esfuerzos de unos y otros