martes 29 de mayo de 2012

* No es ya la maldición del Antiguo Testamento -"comerás el fruto del sudor de tu frente"- la que pesa sobre los excluidos, sino una nueva perdición, esta sí inexorable: "no comerás, porque tu sudor no es necesario y es invendible". ¿Y se supone que esto es una ley natural? / krisis