felicitarse de que los grandes escritores hayan sido mantenidos a distancia por los hombres y traicionados por las mujeres, cuando sus humillaciones y sufrimientos han sido —ya que no el acicate de su genio— al menos el asunto de sus obras.Proust; En busca… 3/TManzano
yo —que conocía en aquella época más libros que personas y mejor la literatura que la alta sociedad—Marcel Proust; El mundo de Guermantes / En busca del tiempo perdido 3 /Traducción Carlos Manzano
La inteligencia y la sensibilidad de la Sra. de Guermantes, como deterioradas por la nulidad de la vida mundana, eran demasiado vacilantes para que el hastío no sucediese bastante aprisa en ella al entusiasmoProust; En busca del tiempo perdido 3 /Trad. Manzano
la Sra. de Guermantes (…) con una irritación que creía inspirada por su admirador y sólo se debía a la impotencia en que nos hallamos para encontrar placer cuando nos contentamos con buscarlo.Marcel Proust; En busca del tiempo perdido 3 /Trad. Carlos Manzano
la Sra. de Guermantes (…) Las variaciones de juicio de la duquesa no perdonaban a nadie, exceptuado su marido.Marcel Proust; El mundo de Guermantes / En busca del tiempo perdido 3 /Traducción Carlos Manzano
la Sra. de Guermantes (…) su marido. (…) nunca la había amado; (…) carácter de hierro, indiferente a sus caprichos, (…) su belleza, violento, con una voluntad (…) bajo cuya exclusiva ley saben los nervios encontrar la calma.Proust; En busca…3/T.Manzano
la Sra. de Guermantes (…) su marido. (…)— orgulloso de ella. (…) le negaba —más avaro que fastuoso— (…) para caridades, para los sirvientes, exigía que tuviera los atuendos más magníficos y los tiros de caballos más bellos.Proust; En busca…3/T. Manzano
Toda invención en la que nunca se había pensado despierta el ingenio incluso a quienes no saben aprovecharla.Marcel Proust; El mundo de Guermantes / En busca del tiempo perdido 3 /Traducción Carlos Manzano
su silencio condescendiente (…) conmovía a los profanos con la misma delicadeza que demuestra un sacerdote absteniéndose de hablarnos de nuestros deberes religiosos, un financiero decidido a no recomendar los negocios que dirige (…).Proust; En busca…3/T.Manzano
pero el error que cometía era simplemente el prototipo excesivo y desecado de tantos errores más ligeros, menos matizados, involuntarios o queridos, que acompañan a nuestro nombre en la «ficha» que la sociedad establece sobre nosotros.Proust; En busca…3/T.Manzano