su primer tutor (…). «Una vez (…) falté a su lección de Lógica. (…) fui a verlo con el corazón en un puño. (…) me había hecho llamar para tomar conmigo una copa de vino (…). Ésa fue, de hecho, una reprimenda severísima.Johnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage
«Más o menos en la misma etapa de la vida, Meeke se quedó en Oxford para beneficiarse de una beca y yo me fui a Londres para ganarme la vida: ya ve usted, señor, cómo difieren nuestros caracteres en lo literario».La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Ed. Martínez-Lage
el capellán de la cárcel, que también predicaba a menudo en la universidad y era un hombre culto, aunque tremendamente distraídoLa vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
tremendamente distraído, dio el sermón (…) en presencia de los convictos, el domingo de la víspera de su ejecución, al término del cual dijo a sus oyentes que les comunicaría el resto (…) cuando llegara el siguiente día del Señor.Johnson, Boswell, Ed.Martínez-Lage
uno (…) comentó (…) para dar una disculpa (…) que probablemente había predicado ese mismo sermón ante (…) la universidad. «Sí, señor —dice Johnson (…)—, pero es que nadie en la universidad iba a ser ahorcado al día siguiente».Johnson, Boswell, Ed.Martínez-Lage
Estimado señor,(…) empiezo a avistar tierra tras haber vivido errante, según la expresión del señor Warburton, en este vasto mar de palabras. Desconozco qué recepción me aguardará (…)SAM. JOHNSONLa vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
(…) Desconozco qué recepción me aguardará cuando toque la orilla, si será el repicar de las campanas y la aclamación del pueblo, (…) o bien un generalizado murmullo de desagrado; (…)SAM. JOHNSONJohnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage
Espero de todos modos que los críticos me dejen en paz, pues aunque no temo demasiado su destreza y su fuerza, algo de miedo sí me doy yo, y no estoy deseoso de sentir en mi pecho el encono que las trifulcas literarias tienden a excitar.Johnson, Boswell, EdMartínez-Lage
No hay nada digno de mención que haya sucedido entre nosotros. Seguramente no es que vivamos con la inocencia de los aldeanos, pero la mayoría parece un tanto desocupada. (…)SAM. JOHNSONLa vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
(…) empiezo a considerarme olvidado. Es cierto que le envié a usted una carta duplicada, y tal vez tema usted a un corresponsal tan oneroso, pero con alegría la habría recibido así me la contestara usted por triplicadoJohnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage