uno de sus mezquinos enemigos (…) el reverendo doctor Parr le respondió con su osadía de costumbre: «Sí, ahora que el viejo león ha muerto, cualquier asno se convence de que puede cocearlo impunemente».La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
[258] sobre el carácter de Johnson (…): «Rechazar tajantemente la sabiduría porque la persona (…) peca de zafiedad (…), ¿qué es en el fondo, sino desperdiciar la piña (…) por (…) la áspera (…) corteza?». —BOSWELLJohnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage
(…) y no debe usted tener una opinión demasiado favorable de sus lectores: al suponer que saben, les condena a la ignorancia. (…)La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
[13] Refiriéndose a la imperfección de uno de sus ojos, dijo al doctor Burney que «este perro cojo nunca sirvió de gran cosa». —BURNEY. <<La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
[15] Tenía sólo treinta meses cumplidos cuando su madre lo llevó a Londres para que el roce de la Reina lo curase de su mal. (…)La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lagehttps://es.wikipedia.org/wiki/Toque_real
Johnson dijo lo siguiente: «La religión desapareció de mi ánimo. Sucedió en una época muy temprana de mi vida. Me la devolvió la enfermedad, y espero no haberla perdido desde entonces ni perderla en adelante». —HILL. <<La vida de Johnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage
[29] Esta anécdota me la relató el doctor Adams, y el doctor Jonhson me la confirmó. Bramston, en El hombre de buen gusto, expone el mismo pensamiento: «A buen seguro, de todos los mentecatos los peores son los eruditos».La vida de Johnson, Boswell, Ed.Martínez-Lage
Lo que Johnson quiere decir es que un erudito (…) no tiene excusa. Bramston, (…) sostiene que todos los eruditos son unos mentecatos debido justamente a su erudición. —J. BOSWELL, HIJO <<La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
[32] (…)Johnson insiste en el gran valor de la curiosidad. (…) dice que la curiosidad fue «su protectora amada desde antaño», a la que «llaman Verdad sus más fieles seguidores». (…)La vida de Samuel Johnson, James Boswell, Edición Miguel Martínez-Lage
[33] un paralelismo imaginario entre Politiano y Johnson (…)[«… en quien, como anteriormente en (…) Politiano, la naturaleza compensó la fealdad corporal por medio de una gran eminencia intelectual»]. (…)La vida de Johnson, Boswell, Ed. Martínez-Lage