La señora Evelina Cynthia-Wright era exactamente lo que cabría esperar de una dama importante de la ribera de Luisiana: extremadamente cortés, absolutamente hospitalaria y dura como los clavos oxidados que mantenían en pie su inmensa propiedad.Harry August; Claire North
¿En serio? ¿Podía permitirme afirmarlo? ¿Sería aquella una reunión marcada por la falsa modestia y la arrogancia insoportable? ¿Dónde, me pregunté, quedaban la rápida victoria social y la huida apresurada?Las primeras quince vidas de Harry August; Claire North
—Es muy amable por su parte, señor… ¿Ransome? —Casi la pifio con aquel tono interrogativo, pues aunque era importante dejar claro que no lo reconocía, si estiras demasiado una mentira, esta termina por venirse abajo—. (…)Las (…) vidas de Harry August; Claire North
(…) me puse a estudiar Derecho, (…) libros gordísimos cuyas páginas crujían por efecto de las generaciones de insectos microscópicos devoradores de papel que habían vivido, se habían reproducido y habían muerto entre sus sentencias.Harry August; Claire North
Nos reunimos (…) en la costa (…) fuertes olas que golpeaban la orilla; una explosión de agua salina que agrietaba los labios, secaba los ojos y te cristalizaba hasta el último cabello en apenas unos pocos minutos de exposición a su rugido.Harry August; Claire North
Me gusta pensar que podría haber sido un buen golfista si ese deporte me hubiera importado un carajo, pero quizá la simple verdad sea que hay ciertas habilidades que la experiencia no puede proporcionar.Las primeras quince vidas de Harry August; Claire North