2.12.2020.18
Hubiera querido elegir una él también, pero tuvo miedo de que no le hicieran caso y no se movió. Igual imaginó que elegía a la rubia vistosa que tenía enfrente. (…)Antología personal; Ricardo Piglia
Hubiera querido elegir una él también, pero tuvo miedo de que no le hicieran caso y no se movió. Igual imaginó que elegía a la rubia vistosa que tenía enfrente. (…)Antología personal; Ricardo Piglia
(…) Era alta y parecía la mayor de todas. La llevaba a la pieza y cuando estaban tendidos en la cama le explicaba lo que le estaba pasando. (…)Antología personal; Ricardo Piglia
(…) La mujer tenía una cruz de plata entre los pechos y la hacía girar mientras Burgos le contaba su historia. A los hombres les gusta ver sufrir, le dijo la mujer (…)Antología personal; Ricardo Piglia
(…) lo vieron al Cristo porque los atrajo con su sufrimiento. (…) Burgos escuchó que la mujer le decía eso y se movió para sacarla a bailar, pero pensó que ella no lo iba a ver y fingió que se había levantado para pedir una ginebra.Antología personal; Ricardo Piglia
Macedonio siempre estaba recopilando historias ajenas. (…) «Una historia tiene un corazón simple, igual que una mujer. O que un hombre. Pero prefiero decir igual que una mujer», decía Macedonio, «porque pienso en Sherezade».Antología personal; Ricardo Piglia
Macedonio (…) Nunca aceptó que la había perdido. En eso fue como Dante y como Dante construyó un mundo para vivir con ella. (…)Antología personal; Ricardo Piglia
Estaba allí, arrinconado, la espalda contra la pared, medio perdido, y miraba sin ver en el fondo del pasillo la última luz de la tarde, disuelta ya entre los álamos y las rejas del hospicio.Antología personal; Ricardo Piglia
Nadie se atrevía a ser sparring de Archie Moore y él se decidió porque aún conservaba inalterable esa cualidad, digamos adolescente, de despreciar los riesgos y confiar sin la menor vacilación en la fuerza de su insensata voluntad.Antología personal; Ricardo Piglia
(…) sin que nadie se ocupara de él, solo como nunca volvió a estarlo.Antología personal; Ricardo Piglia
En los cinco años que siguieron no hubo otra cosa que una larga sucesión de masacres heroicas (…)Antología personal; Ricardo Piglia