Día: 12 de diciembre de 2020

(…) Soy un forastero totalmente desconocido, carezco de autoridad y mi castellano es el de un niño de pocos años que apenas sabe hablar. Conferencia 1947 GombrowiczAntología personal; Ricardo Piglia

(…) No puedo hacer frases potentes, ni ágiles, ni distinguidas ni finas, pero ¿quién sabe si esta dieta obligatoria no resultará buena para la salud? (…)Conferencia de Gombrowicz 1947Antología personal; Ricardo Piglia

(…) A veces me gustaría mandar a todos los escritores al extranjero, fuera de su propio idioma y fuera de todo ornamento y filigrana verbales para comprobar qué quedará de ellos entonces.Conferencia de Gombrowicz 1947Antología personal; Ricardo Piglia

El escritor siempre habla en una lengua extranjera, decía Proust, y sobre esa frase Deleuze ha construido su admirable teoría de la literatura menor referida al alemán de Kafka. (…)Antología personal; Ricardo Piglia

El escritor siempre habla en una lengua extranjera, decía Proust (…) Pero la posición de Gombrowicz me parece más tajante. Lo inferior, lo inmaduro, se cristaliza en esa lengua en la que se ve obligado a hablar como un niño.Antología personal; Ricardo Piglia

Desde su primer libro, los cuentos que llamó Memoria de la inmadurez, Gombrowicz se colocó en esa posición. Y la inmadurez será el centro de Ferdydurke: el adulto que a los treinta años debe volver a la escuela, infantilizado.Antología personal; Ricardo Piglia

Pero ¿una lengua menor para decir qué? Quizá (…) «para expresar nuestra ignorancia».Antología personal; Ricardo Piglia

(…) como escribe Gombrowicz el 30 de octubre de 1966 en su Diario, viviendo ya en Europa como un escritor consagrado, «el escándalo es que no tenemos todavía una lengua para expresar nuestra ignorancia».Antología personal; Ricardo Piglia

«(…) no tenemos todavía una lengua para expresar nuestra ignorancia». (…) Gombrowicz (…)En Buenos Aires ha encontrado ese lenguaje. La lengua como expresión de una forma de vida. (…)Antología personal; Ricardo Piglia

La pobreza de la lengua duplica la falta de dinero, la precariedad en la que vive. El conde como pordiosero es simétrico del gran estilista que no sabe hablar. (…)Antología personal; Ricardo Piglia