una persona en su derecho debe cuidarse mucho de no equivocarse en la oportunidad o en el modo de hacerlo valer, o cuidarse como de la peste de dejar pasar la brillante oportunidad de simplemente no hacer nada, cuando generalmente será lo mejor
no hacer nada generalmente es lo mejor que pudiera hacerse con esa vidriosa cuestión de los derechos que uno cree que tiene, aunque de verdad los tenga
hacer algo cuando no es necesario, no se debe, o no se puede hacer nada, tiene su peligro, cuando la enorme mayoría del universo funciona en piloto automático con bastante supervivencia, que se sepa
el exclusivo lenguaje inclusivo
la demencia se atranca en gestos banales, porque la persona no recuerda cada una de las millones de cosas, acciones, gestos, eventos, que dan igual o son equivalentes, y que cualquier otra persona sana aplica en forma más que instantánea al obrar
se piensa un problema de salud mental como distinto de un problema físico, y a veces es meramente físico
la impaciencia es pretensión de organizar el devenir
seres premiados con la posesión de alta inteligencia cometiendo errores reiterados producto de la alta insensatez inherente a su alta inteligencia
alguien inteligente que sea tan inteligente que desconfíe de la propia seguridad en su inteligencia por su volatilidad intrínseca (de la inteligencia, y también de la persona)
si no tiene nostalgia tal vez sea porque lo tiene todo, aun cuando desde afuera parece que le faltase