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entre las cosas más difíciles de entender para la gente, está que no se les conteste cuando preguntan qué es lo que más le gusta a uno, eligiendo entre una cosa y otra;
que no se acepte elegir bajo presión no tendría que tener nada de raro, podría ser a veces porque no se lo pensó, porque a uno le gusta o le disgusta todo por igual, o porque no son cosas comparables, o porque no tiene ninguna importancia ponerse a pensar en eso;
o porque uno está incapacitado o desinteresado para elegir, en ese momento o para siempre, o simplemente porque no tiene ganas de ir contestando a cualquier pregunta que se le hace;
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elegir está puesto como obligación, como derecho, y como algo natural; lo cual parece disparate, si se exagera, teniendo en cuenta la cantidad de cosas que la gente hace por su propia naturaleza (que son obligatorias), por imposición de los otros, por incapacidad o indecisión de hacer alguna otra cosa; o por tantos otros motivos distintos de cualquier elección
