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el transporte público urbano automotor de pasajeros en Buenos Aires es conocido como los colectivos;
en una avenida de tránsito rápido, casi se metió un ciclista a cruzar con la luz roja y el colectivero lo miró y siguió a toda velocidad, y afortunadamente el ciclista se lo pensó mejor y frenó;
eso no fue nada; lo mejor sucedió cuando cuando el conductor le dijo con toda su calma a un colega que paró a su lado, en el semáforo siguiente:
que le hubiera gustado que el ciclista cruzase, porque necesitaba una calcomanía en el colectivo
