viernes 28 de diciembre de 2001

*

En una clase del Maestro Guillermo Graetzer en el Collegium Musicum de Buenos Aires, nos contaba el argumento de Til Eulenspiegel de Richard Strauss, tomado del folklore, según yo entendí entonces. Este personaje, Til, era el tonto del pueblo. Cuando iba subiendo la cuesta muy empinada iba riendo, y cuando le tocaba ir bajando lloraba sin parar. Cuando le preguntaron porqué se comportaba en forma tan rara, contestó: Cuando voy subiendo río de placer pensando que luego me tocará bajar, y cuando estoy en el descenso lloro porque sé que luego viene la subida.

Y Javier me hizo recordar una revista de historietas de Chile, Condorito: El personaje es el tonto del pueblo, al que le muestran un billete de un peso y uno de 10 pesos, para que elija uno de ellos y se lo guarde. E invariablemente el tonto elige el de un peso, lo que divierte mucho a la gente, que cada vez que puede se burla de él y repite la misma prueba para burlarse nuevamente. Alguien se apena y le explica a Condorito que diez pesos es más que un peso, y que por eso se burlan de él. A lo que Condorito responde: eso ya lo sé, lo que pasa que si yo elijo el billete de diez pesos, ¡nunca más me van a dar nada!

Y para terminar de comprender que este Condorito se comporta muy sabiamente, está esa tapa donde en el colmo de la miseria está con su compadre mirando una vidriera, y dice; Mire compadre ¡qué lindas cosas! Y el otro le contesta: ¡pero si no tenemos un centavo! Y Condorito responde: ¡Bueno, pues aprovechemos y miremos las cosas más caras, jetón!