lunes 11 de abril de 2011

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la política se vive como se viven los deportes, sufriendo cuando se pierde y festejando cuando se gana, pero los que más disfrutan del espectáculo del deporte y de la política, son quienes, alejados de las preferencias, pueden admirar sin prejuicios descalificantes las jugadas geniales de cualquiera, por lo que evidencian como gestos de inocultable inteligencia, o de buena suerte, o bastante raramente, de genio específico para el deporte, o para la política