viernes 13 de mayo de 2011

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es muy probable que uno sepa perfectamente lo que tendría para decir, para hacer las cosas realmente bien, como deberían hacerse alguna vez, y casi seguramente, lo que le convendría enormemente decir, desde todo punto de vista;
lo que pasa, es que por esas ironías que tiene la vida, y que no resulta posible evitarse, no hay forma de saber, con la misma seguridad, qué cosas pasarían irreparablemente a partir de allí