viernes 20 de mayo de 2011

*
en estos tiempos, cuando uno piensa y cae en el insensato deseo de ser rico;
piensa en una renta que fuese suficiente, para contentar a uno mismo, y que también fuese suficiente para contentar a los ladrones y predadores y acreedores, legítimos o no;
el orden no implica discriminación, pues uno puede, con el necesario corazón grande, valorarlos debidamente y quererlos a todos ellos por igual, sean representantes del estado, oficiales u oficiosos, o no