lunes 5 de septiembre de 2011

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las personas se cuidan y se preocupan por la posibilidad cierta de los robos, especialmente durante las amenazantes sombras de la noche, a pesar de que las hayan robado ya más de una vez, y siempre a la plena luz del día;
y eso ocurre porque la desesperación, tanto de un lado del robo como del otro, no tiene horario