viernes 30 de septiembre de 2011

*
cada uno de nosotros, todos, cualquiera fuese la edad que tenga, mucha o poca, o cualquiera fuese la infinidad de cosas que hubiese hecho u omitido, por más que parezcan enormes;
no estará terminado ni quemado para nada, todo lo contrario; por toda la cuerda que le quede a cada uno en el maldito reloj;
que nunca se sabe ni podrá saberse cuánto es lo que le queda de cuerda o de pila a cada uno, (para ser debidamente contemporáneos), en ese maldito reloj