8.1.2017

En la parte trasera de la capilla del Magdalen College, de Oxford, cuelga un tablero de plegarias. Un día, entre las numerosas peticiones de intervención divina, observé la siguiente: «Señor, por favor, que salgan mis números de la lotería, y así no tendrás que volver a oír hablar de mí nunca más».

Extrañamente, era la única a la que había respondido Dios. Esto fue lo que escribió: «Hijo mío, me gusta tu estilo. En este mundo desdichado y confuso, que me causa tanta preocupación, has conseguido hacerme sonreír. Mierda, me gustaría volver a saber algo de ti. ¡Más suerte la próxima vez, caradura! Con cariño: Dios».

Kevin Dutton / La sabiduría de los psicópatas