La puerta pareció explotar hacia adentro. Fue una suerte que el escritorio estuviera siempre vacío, porque el hombre que acababa de entrar lo llenó, en un abrir y cerrar de ojos (…)
Voces humanas; Penelope Fitzgerald, traducción Eduardo Moga
La puerta pareció explotar hacia adentro. Fue una suerte que el escritorio estuviera siempre vacío, porque el hombre que acababa de entrar lo llenó, en un abrir y cerrar de ojos (…)
Voces humanas; Penelope Fitzgerald, traducción Eduardo Moga