(…) ¡Cuántos otros amigos no volveré ya a encontrar! El hombre puede contar sus pérdidas cada noche al acostarse: sólo sus años no lo abandonan (…); cuando les pasa revista (…) responden: «¡Presentes!» Ninguno falta a la llamada.
Chateaubriand
Memorias
Trad. Monreal