con la burocracia no se negocia nunca, solamente es salvar la ropa cada vez, si se puede, y la necesidad, ocasional o permanente nos condena a quedar bajo la mirada vacía de la burocracia, sus tiempos, sus efectos, otra cara del destino
con la burocracia no se negocia nunca, solamente es salvar la ropa cada vez, si se puede, y la necesidad, ocasional o permanente nos condena a quedar bajo la mirada vacía de la burocracia, sus tiempos, sus efectos, otra cara del destino