viernes 30 de enero de 2009

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de La ecuación Dante; de Jane Jensen
Mientras bajaban por el pasillo, Aharon sintió una nueva ligereza en su paso. Tenía la inconfundible sensación de que acababa de tener un golpe de suerte. Lo cual, en sí mismo, no era tan asombroso. Los sabios dicen, "Hasta un tonto tiene suerte". Lo que se hacía con esa suerte, ésa era la parte complicada.