martes 15 de septiembre de 2009

*
Jorge Elías; Propuesta Indecente; La Nación;
En el siglo XVII, el sultán Murad IV decreta la pena de muerte para aquel que consuma tabaco, alcohol y café en Estambul y el Imperio Otomano. Pretende preservar la salud pública. Es tan severo que, de noche, patrulla las calles y las tabernas vestido con ropa común y custodiado sólo por su sombra. Si sorprende a algún soldado transgrediendo la ley, no vacila en desenvainar su espada y matarlo en el acto. Lo llaman "el Cruel". La prohibición rige para todos, menos para él: no se priva del tabaco ni del alcohol ni del café. Termina sus días en 1640, como un borracho perdido.
Jorge Elías; Propuesta Indecente; La Nación