lunes 21 de septiembre de 2009

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Robert A. Heinlein; Los dominios de Farnham
De alguna manera, el destruir enormes cantidades de libros era algo mucho más brutalmente obsceno que matar a las personas. Todos los hombres deben morir, eso era su única herencia común.
Pero el libro jamás muere y no debería asesinársele; los libros son la parte inmortal del
hombre.
Robert A. Heinlein; Los dominios de Farnham