21.2.2023.21

(…) La desgracia es como el ejecutor de las altas sentencias del cielo: desposee a los condenados, arranca su cetro al rey, al militar su espada; priva del ceremonial al noble, del corazón al soldado, y los devuelve degradados a la multitud.
Memorias 1848
Chateaubriand
Monreal