Pellico (…)[9] «En resumen (…), ¿cómo habría podido ser indiferente a las fraternales atenciones, a las graciosas adulaciones, al excelente café de la pequeña veneciana adolescente y zorruna?» (Mis prisiones, capítulo XXIX). <<
Memorias 1848
Chateaubriand
Traducción Monreal