lunes 21 de junio de 2010

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alguien que hizo una visita de rutina al médico y se encontró con un panorama tal vez bastante fatal;
decía que todavía le faltaba la parte de la película del submarino sumergido que sufrió los bombazos de profundidad mientras titilaban todas la luces y el submarino se zarandeaba, en la que el comandante ordenaba evaluar los daños; y agregaba como si fuese una aclaración necesaria; que siendo un hombre de 62 años, en ciertos momentos y situaciones se sentía como de 42, y que en otros momentos y situaciones se sentía como si tuviera 122 o 222, para redondear