viernes 15 de agosto de 2003

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en la sala de espera de esos consultorios dicen que suena habitualmente una música horrible a mucho volumen;
un día que la secretaria olvidó encender la música se supo que en el silencio se oye claramente todo lo que se habla en cada uno de los dos consultorios y también cada cosa que sucede dentro del baño;
y pasado el primer momento de sorpresa y de interés, al final es tanto lo que se oye que la persona que está esperando se olvida de atender a lo que no le concierne;
y advierte que escuchar todo tiene el mismo efecto que no escuchar nada