La Sra. de Guermantes me ofrecía —domesticados (…)— la energía y el encanto de una muchachita cruel de la aristocracia (…) que desde su infancia montaba a caballo, hacía perrerías a los gatos, arrancaba los ojos a los conejos (…)Proust; En busca… 3 /T.Manzano
La Sra. de Guermantes (…) lo que yo había buscado en ella —el encanto del nombre de Guermantes— y lo poquito que había encontrado yo en él: un resto provinciano de Guermantes.Marcel Proust; En busca del tiempo perdido 3 /Traducción Carlos Manzano
malentendido (…) entre un joven soñador y una mujer de mundo (…) —mientras aquél no haya reconocido aún la naturaleza de sus facultades de imaginación y no se haya resignado a las inevitables decepcionesProust; En busca… 3 /Traducción Manzano
Su odio de los esnobs era resultado de su esnobismo, pero hacía creer a los ingenuos —es decir, a todo el mundo— que estaba exento de él.Marcel Proust; El mundo de Guermantes / En busca del tiempo perdido 3 /Traducción Carlos Manzano