Nuestro encuentro incidental en la calle, (…) le prometí visitarle al día siguiente; me dijo que estaba comprometido a salir por la mañana. «¿Temprano?», dije. JOHNSON: «Bueno, la mañana de Londres no va de acuerdo con el sol».Johnson; Boswell /Sel. y trad. A. Dorta
(…) le dije (…) dos amigos que habíamos perdido y que en otro tiempo vivieron en los edificios que se hallaban detrás de nosotros: Beauclerk y Garrick: «Ay, amigo —dijo tiernamente—, y dos amigos de los que no pueden reemplazarse».Johnson; Boswell /Sel. y trad. A. Dorta
(…) Mister Edwards, que era un anciano de buen aspecto, con traje gris y peluca de muchos rizos, abordó a Johnson con tono familiar, sabiendo quién era, mientras que este le devolvió el saludo con una cortés seriedad, como a un extraño. (…)Johnson; Boswell /Dorta
(…) Edwards le hizo recordar que habían estado juntos en el Pembroke College hacía cuarenta y nueve años, pareció muy complacido, le preguntó dónde vivía y le dijo que le gustaría verle en Bolt Court. (…)La vida del doctor Johnson; Boswell /Sel. Dorta
«¡Ay, amigo!, ya estamos viejos». JOHNSON (al que nunca le gustó pensar que estaba viejo): «No nos desanimemos». (…)La vida del doctor Johnson; James Boswell /Sel. y trad. A. Dorta /Ed. Austral
EDWARDS: «Bueno, doctor, tú pareces fuerte y animado. Me alegro mucho de verte, pues los periódicos decían que estabas muy enfermo». JOHNSON: «Siempre están diciendo mentiras de nosotros los viejos».La vida del doctor Johnson; Boswell /Sel. y trad. A. Dorta /Ed. Austral
EDWARDS: «(…) Yo veo crecer mi hierba, mi trigo y mis árboles. Ahora, por ejemplo, tengo curiosidad por ver si la escarcha ha helado mis árboles frutales». JOHNSON (…): «Verás que tienes temores tanto como esperanzas». (…)Johnson; Boswell /Sel. y trad. A. Dorta
(…) EDWARDS: «Recuerdo que no nos dejaba decir prodigioso en el colegio. Pues también entonces, señor (dirigiéndose a mí), era delicado en cuanto al lenguaje, y todos le temíamos».La vida del doctor Johnson; James Boswell /Sel. y trad. A. Dorta /Ed. Austral
EDWARDS: «Tú eres un filósofo, Johnson. Yo también traté (…), pero no sé cómo la jovialidad siempre lo penetraba todo». (…) todos los hombres eminentes a quienes he contado esto, lo han juzgado un exquisito rasgo de carácter. (…)Johnson; Boswell /Sel. y trad. A. Dorta
EDWARDS: «(…) La verdad es que la filosofía, como la religión, se supone demasiado generalmente que ha de ser hosca y severa, por lo menos con una gravedad que excluye toda alegría.La vida del doctor Johnson; James Boswell /Sel. y trad. A. Dorta /Ed. Austral