Día: 22 de diciembre de 2020

Era más inteligente que él, ella, ocurrente, filosa, menos vueltera.Antología personal; Ricardo Piglia

Como si lo real —el tejido inconcebible de acontecimientos contingentes— hubiera definido la cita y el encuentro.Antología personal; Ricardo Piglia

Por lo visto se había hecho romper la nariz para cambiar por completo la expresión de su cara. Imaginó la escena: (…) «Mi pensamiento se distrae con descripciones», dedujo Croce; «quiere decir que estoy nervioso».Antología personal; Ricardo Piglia

«Me gusta», pensó Croce. «Es original. Está loco, pero es vivísimo». Y le pareció adivinar su conclusión: ¿O vamos a tomar el poder con los tinterillos y los tenderos? (…)Antología personal; Ricardo Piglia

«Pero este es un país cambiante, hay que estar prevenido. Me guío por mis horóscopos. ¿Ve? Saturno está sobre Venus. Ojo, no se confunda, soy el Astrólogo pero no soy un gil. — » (…)Antología personal; Ricardo Piglia

(…) —Abrió un baúl de madera cruzado por flejes de metal—. «Mire —estaba lleno de dólares, billetes de cien, atados en fajos de papel con el sello del Banco Nación—, podemos financiar lo que haga falta.» (…)Antología personal; Ricardo Piglia

(…) «¿Ve aquí? —(…). El solsticio estival es propicio, hay que actuar, no tenemos otras certezas, mi querido amigo. Mucha plata (…), un arma (…) y la voluntad de vencer. Eso es todo.» (…)Antología personal; Ricardo Piglia

«Es extraño, tiene carisma, es uno de esos hombres», pensaba Croce ya en la calle, «que fijan la atención en alguien y lo iluminan (…) lo hacen sentir que es único e insustituible.» (…)Antología personal; Ricardo Piglia

«Es extraño, tiene carisma, es uno de esos hombres», pensaba Croce (…) «pero cuando han conseguido lo que quieren, abandonan a su interlocutor y lo olvidan al instante, como si no lo conocieran (…)»Antología personal; Ricardo Piglia

Sí», se dijo, «aunque sea un objeto, igual lo hacen sentir que es único e insustituible. Por eso la gente los sigue, porque durante un instante eterno hacen que uno se sienta lleno de vida.» (…)Antología personal; Ricardo Piglia