(…) 11 (…) Nolan (…) Sus propias palabras eran almacenadas por las cintas y reelaboradas como respuestas a preguntas puntuales. Lo programó para hablar con una mujer (…) La isla de Finnegans Ricardo Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) un grabador (…) para hablar con una mujer (…) en todas las lenguas que sabía y al final era posible pensar que la mujer había llegado a amar a Nolan. (…) La isla de Finnegans Ricardo Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) Nolan (…) ( (…) pensaba que ella era la mujer de su amigo Italo Svevo, Livia Anna, la más bella de las madonas de Trieste, con ese hermosísimo pelo colorado que hacía pensar en todos los ríos del mundo.) (…) La isla… Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) A los tres años de estar solo en la isla, las conversaciones se repetían cíclicamente y Nolan se aburría y la grabadora empezó a mezclar las palabras (…) La isla de Finnegans Ricardo Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) la grabadora empezó a mezclar las palabras (…) y Nolan le preguntaba «¿Cómo?» «¿Qué?» y en esa época empezó a llamarla Anna Livia Plurabelle. (…) La isla de Finnegans Ricardo Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) Al final (…), Nolan perdió las esperanzas de ser rescatado y empezó a no dormir y a tener alucinaciones y a soñar que se pasaba la noche en vela escuchando el susurro inalámbrico y la dulce voz de Anna Livia. (…) La isla… Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) cuando el gato se metió una tarde en el monte y no volvió más, Nolan escribió una carta de despedida, apoyó el codo derecho en la mesa para que no le temblara el pulso, y se pegó un tiro en la cabeza. (…) La isla… Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) Los primeros que desembarcaron del Rosevean se encontraron con la voz de la mujer que seguía hablando en el grabador bifocal. Apenas si mezclaba las lenguas, según Boas, (…) La isla… Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) la voz de la mujer que seguía hablando en el grabador (…) según Boas, y era posible comprender perfectamente la desesperación que le había producido el suicidio de Nolan. (…) La isla de Finnegans Ricardo Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1
(…) 11 (…) la voz (…) sobre una piedra, (…) hecha de alambres y de cintas rojas y se lamentaba con un suave murmullo metálico. He tejido y destejido la trama del tiempo, decía, pero él se ha ido y ya no va a volver. (…) La isla… Piglia https://piglia.pubpub.org/pub/rr5gwq2p/release/1