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la abuela ya había demostrado carencia de tacto con uno de sus nietos menores, de doce años, por eso casi no asombró a nadie cuando le dijo que no jugara al counter strike en la computadora, como el chico que por hacer eso había matado al padre;
el muchacho sintió y disimuló sorpresa al escuchar a su abuela, y no dijo nada, pero su padre, que estaba allí, dijo: ¡ah no, eso no, te prohíbo que me mates!
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para equivocarse fiero y también para acertar;
siempre hay más de una oportunidad
