domingo 21 de agosto de 2011

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el asunto de la polarización extrema en las elecciones favorece que algunas personas olviden por completo determinar a quién quisieran votar realmente, y en cambio;
quieran votar a cualquiera, menos a ese candidato al que no quisieran ver ganar por nada del mundo;
y pasan cosas como escuchar a ese ciudadano, que cuando se dirigía a votar decía, nunca se supo bien si en broma o en serio, que iba a votar a Drácula