lunes 22 de agosto de 2011

*
así como las visitas comienzan a huir luego de una velada aburrida, cuando el primer invitado se levanta para irse, y todos los demás se van como en estampida;
así suelen producirse y precipitarse las subsiguientes decisiones imposibles cuando la primera decisión imposible ha podido ser, pese a todo, finalmente tomada;
de lo que cabe válidamente concluir que largamente mucho de lo imposible resulta posible