martes 4 de octubre de 2011

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cuando ha llegado la hora de atender a los hijos, muchos adultos, si no todos, han atendido a sus hijos desatendiendo relativamente a sus padres sobrevivientes, lo que ha permitido;
desatender relativamente a sus padres, por tener que atender a sus hijos, que han vivido lo suficiente por ser y para ser atendidos convenientemente o más de lo conveniente, que tampoco eso es un crimen;
y todo eso lo advierten muchísimos, demasiados años después, y demasiado tarde para hacer nada, esos mismos hijos cuando han sido a su vez como padres obligatoria y relativamente desatendidos;
y es el momento en el que esos que hace lo que parecieran siglos han sido hijos, advierten por la vía más directa posible que desde siempre, la relación entre padres e hijos y viceversa, nunca ha sido ni será, una relación recíproca como enseñan que debería ser los libros, sagrados o no;
y advierten como postre, además, que es imposible que sea recíproca, porque si fuese recíproca sería un verdadero desastre biológico, sería el fin, la cosa no funcionaría en absoluto