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Los tiempos de inflación que corren en la Argentina hacen a los productores, profesionales y comerciantes investigar ofertas con tamaños más chicos, aparecen las medias porciones, las unidades y prestaciones menores a lo que eran, y cantidad de artificios para mantener precios nominales y brindar la mitad o menos, de lo que se entregaba antes por el mismo dinero, como alternativa al aumento de los precios.
Y a mí, eso de ir buscando en cada cosa la mitad de la mitad, me hacía acordar a la famosa paradoja de Aquiles y la tortuga.
Donde Aquiles, el corredor arquetípico, nunca podía alcanzar a la tortuga en su carrera, por esa cosa de las matemáticas.
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John Perry y Michael Bratman: Aquiles y la tortuga. Puzzles and paradoxes, en Introduction to Philosophy. Classical and Contemporary Readings, Oxford University Press, Nueva York-Oxford 1986, p. 790. Textos de Diccionario Herder de filosofía.
Supongamos que Aquiles y la tortuga inician una carrera. Puesto que Aquiles es más veloz, concederemos que la tortuga tome una ventaja de 10 metros. Suponemos que la tortuga puede recorrer 1 metro por segundo y que Aquiles puede correr 10 metros por segundo. Todo hace prever que Aquiles ciertamente alcanzará y superará a la tortuga. … Pero es fácil ver que esto es imposible.
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Supongamos que Aquiles ha de correr desde el punto de salida S hasta el punto de meta M. Para hacerlo, debe realizar todos los siguientes pasos:
1. Correr hasta la mitad de la distancia entre S y M.
2. Correr, desde este punto medio, hasta la mitad de distancia que le queda hasta M.
3. Correr, desde este punto medio, hasta la mitad de distancia que le queda hasta M.
4. Correr, desde este punto medio, hasta la mitad de distancia que le queda hasta M, etc.
Este "etc." continúa claramente hasta el infinito. Esto es, el primer punto está a sólo 1/2 de camino hasta M, el segundo está sólo a 3/4 de camino hasta M, el tercer punto a sólo 7/8 de camino hasta M, el cuarto punto a sólo 15/16 … Por esto Aquiles nunca logrará llegar hasta M.
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Y los productos y servicios, tanto los que necesitamos como los que no, aunque se vayan acercando a cero buscando siempre la mitad de la mitad, nunca llegararían a desaparecer, en eso confiamos.
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Tomamos seriamente las cosas que parecen serias, así como tomamos a la ligera las demás cosas.
Pero ésa no sería para nada una regla infalible, por lo menos mientras existan las paradojas.
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