jueves 26 de diciembre de 2002

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en esa casa, los cuchillos dentados comunes de cocina se ponían a secar con las puntas para abajo, porque la persona era de la opinión de que al revés podían lastimar por accidente, si uno pasaba las manos cerca;
en la otra casa esos mismos cuchillos se ponían a escurrir con las puntas para arriba, porque así se evitaba que se desafilaran;
juntando ambas opiniones, se podía advertir fácilmente que hay buenos motivos para hacer cualquier cosa
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como si fuese rico, empezó a llamar por teléfono a la Argentina alguien que estaba en algún lugar de España, y eso porque un africano que atiende el locutorio vio al americano inmigrante, se puso fácilmente en su lugar, y le regaló una enorme alegría para la Navidad en forma de tres tarjetas gratuitas para comunicarse por teléfono
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a veces el tuteo indica cierta familiaridad entre las dos personas que se tutean;
a veces una persona tutea a la otra que lo trata de usted, y entonces se aprecia el intento de marcar una pretendida superioridad social de la primer persona respecto de la segunda; a veces eso es conciente y a veces no;
a veces una persona tutea a otra para hacerla sentir cómoda, para producir un acercamiento;
pero a veces la hace sentir incómoda, queriendo, o sin quererlo;
a veces es porque la persona que tutea quiere ponerse en el nivel social de la otra, que a veces quiere, y a veces no quiere;
a veces una persona trata de usted a la otra para hacer un vínculo respetuoso, o quizás un tanto ceremonioso;
el tuteo, sea mutuo o unilateral, suaviza o marca según el caso las diferencias sociales y de otras clases entre las personas, y en ese terreno hay toda clase de códigos más o menos sutiles;
comunicarse con la palabra es en definitiva, un arte como cualquier otro, usado con todo género de intenciones y poder de fuego;
a veces se puede pensar que sería mejor estar en esos países donde el idioma no diferencia el tuteo del trato formal;
pero eso no sería toda la verdad, porque ellos en sus idiomas tienen también infinitos matices que les permiten acercar las distancias, marcarlas, acrecentarlas, abolirlas, y están como estamos en nuestro idioma, o tal vez peor, en cuanto a la sutileza de las expresiones