El hombre es el único organismo de la naturaleza condenado a adivinar lo que realmente significa sentirse «bien». Además de esta carga especial, la naturaleza ha dispuesto que para el hombre sea imposible sentirse totalmente «bien».
El hombre es el único organismo de la naturaleza condenado a adivinar lo que realmente significa sentirse «bien». Además de esta carga especial, la naturaleza ha dispuesto que para el hombre sea imposible sentirse totalmente «bien».