jueves 20 de noviembre de 2008

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el hombre estaba cocinando unos fideos que comería exclusivamente él, porque la señora comería otra cosa, y en el momento de probar los fideos, encontrarlos a punto y ponerlos en el plato, la señora le dijo que la vendedora recomendó que para que no quedaran crudos, la cantidad de minutos que tienen que cocinarse los fideos deben sumar diez, entre los cuatro minutos que pasen sumergidos y los seis que pasen flotando

y lo que nunca debería hacer un hombre en un caso así, y es precisamente lo que éste hizo, es aclarar con toda seriedad que sin embargo los fideos estaban perfectamente a punto, lo que quizás se debiese exclusivamente a que no escucharon las instrucciones de la vendedora