domingo 25 de enero de 2009

*
la ventaja de compartir lo sustancial con la gente aparentemente sencilla, porque ninguna persona es sencillamente sencilla, es que también podrán compartirse con la gente sencilla las idioteces más delirantes, infantiles, calculadamente dementes, optimistamente increíbles e increíblemente optimistas que puede llegar a inventar el cine, sin que nadie tema que se les vayan a caer los anillos