jueves 18 de junio de 2009

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de Robert A. Heinlein; Hija de Marte
– ¡Política! – exclamé amargamente – Creo que yo podría hacerlo mucho mejor.(…)
– Pero es que no entiendes. La política no es mala; la política es la consecución más espléndida de la raza humana. Cuando la política es buena, es maravillosa; y cuando la
política es mala… bien, todavía sigue siendo algo estupendo.
– Creo que no lo entiendo – dije lentamente.
– Piensa en ello. Política no es más que un nombre para el modo en que nosotros hacemos las cosas… sin luchar. Los políticos hacemos cambalaches y aceptamos compromisos y todo el mundo piensa que hemos sido injustos; pero en cierto modo, y tras un sinnúmero de conversaciones aburridas, descubrimos algún medio justo de hacer las cosas sin que nadie resulte con la cabeza rota. Eso es política. De otra manera, el único sistema de zanjar una discusión consiste en destrozar unas cuantas cabezas. Eso es lo que sucede cuando una o ambas partes se niegan a aceptar el compromiso. Por eso digo que la política es buena aun cuando sea mala. Porque la única alternativa es la fuerza, y entonces siempre resulta alguien herido.
– Bueno, me parece gracioso que hable así un veterano de la Revolución. Por lo que he
oído decir, fuiste uno de los sanguinarios que iniciaron el tiroteo. Al menos eso dice papá.
-Tío Tom sonrió-.
– Lo que hice fue escurrir el bulto. Si los intentos de arreglo no resultan, entonces hay que luchar. A veces tal vez haga falta que un hombre sea herido para que aprecie en toda su extensión la conveniencia de llegar a un compromiso político antes de volar la tapa de
los sesos. – Frunció el ceño y de pronto pareció muy viejo -.
– Cuándo hablar y cuándo pelear… De todas las decisiones de esta vida, ésta es la más difícil de tomar con prudencia. – Luego sonrió y los años desaparecieron -.
– La humanidad no inventó la lucha. Ésta ya existía antes de que llegáramos nosotros. Pero sí inventamos la política. Piensa en esto, El homo sapiens es el más cruel, el más malvado, el más depredador y, desde luego, el más letal de todos los animales del sistema solar. ¡Y sin embargo inventó la política! Descubrió el modo de salir adelante con el bienestar suficiente para que no nos viéramos obligados a matarnos de continuo. Por eso no quiero volver a oírte pronunciar la palabra "política" como si fuera una obscenidad.
de Robert A. Heinlein; Hija de Marte