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Firmó como M;
con su propia mano, con un pincel, en algún momento de los últimos días, alguien pintó una frase en una pared de la avenida:
Libre, como quiere mi alma.
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en los automotores de transporte colectivo de la ciudad de Buenos Aires, hay unas máquinas que a cambio de unas monedas expenden un pasaje;
pues bien, algunas de esas máquinas, no me acuerdo ahora si todas, ponen una pantallita con una frase terrible, que por suerte nadie se ha tomado completamente en serio, porque sino, nadie sacaría su boleto, la gente se quedaría pensando sin poder hacer otra cosa que pensar;
ese cartel ordena textualmente:
indique su destino
