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la risa de ella brotó larga y alegre, inesperadamente, sorprendida quizás, tal vez fuera de contexto y tal vez no;
lo que pasó inmediatamente antes de eso fue que él la vio con un pie en una importante cirugía, con una presencia de ánimo que se expresaba a lo grande hasta en los detalles mínimos, y entonces, casi sin pensarlo, y en el raro idioma que se habla en Buenos Aires le dijo:
la verdad es que sos re- macho.
