1.7.2021.7

La idea de que la filosofía es algo que transforma o perturba al individuo es, como hemos visto anteriormente, un lugar común en la antigüedad y más adelante. (…) El libro de los filósofos muertos; Simon Critchley, traducción Alejandro Pradera

1.7.2021.6

(…) condenas a muerte o al exilio, y los castigos (…) a los filósofos parecen responder a una profunda necesidad de encaje entre la vida y la filosofía, cuyo poder transformador puede costarnos incluso la vida. (…) (…) los filósofos muertos; Critchley, tr. Pradera

1.7.2021.5

(…) MacIntyre (…) encarcelar la filosofía tras las profesionalizaciones y las especializaciones (…) es plausiblemente mucho más eficaz para neutralizar sus efectos que la censura religiosa o el terror político. (…) los filósofos muertos; Critchley, trad. Pradera

1.7.2021.4

El efecto de la profesionalización es la sensación de que la filosofía no afecta ni debería afectar la conducta de la vida de uno. Así, la filosofía debería aspirar a la impersonalidad de las ciencias naturales. Nada más. (…) (…) filósofos muertos; Critchley, tr.Pradera

1.7.2021.3

(…) La filosofía como disciplina académica técnicamente compleja, con sus propios criterios internos de excelencia, debería mantenerse al margen (…) del antiestético desorden de la vida privada y pública. (…) El libro de los filósofos muertos; Critchley, trad. Pradera

1.7.2021.2

(…) A. J. Ayer, (…) Está la filosofía, que trata del análisis conceptual —sobre el significado de lo que decimos—, y luego está todo esto [haciendo vivazmente un amplio gesto con los brazos], toda la vida. El libro de los filósofos muertos; Critchley, trad. Pradera

1.7.2021.1

Por último quiero dar las gracias a Jamieson Webster por indicarme que «por supuesto, a los varones obsesivos les preocupa una cuestión, si están vivos o muertos». (…) El libro de los filósofos muertos; Simon Critchley, traducción Alejandro Pradera

1.7.2021

(…) Los Ángeles (…) la extraña atmósfera (…) los melancólicos vientos (…), amplias calles nocturnas desiertas, (…) altas palmeras, y un sol tan brillante que se vuelve indistinguible de la oscuridad.El libro de los filósofos muertos; Critchley, trad. Pradera