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Estuvieron viendo en la tele una serie de detectives, Inspector Morse.
Y siempre veían cómo este personaje se reunía a conversar con el Sargento Lewis acerca de los difíciles homicidios que debían investigar.
Las conversaciones y deducciones tenían lugar en el curso de esas charlas mientras los dos tomaban, dentro y fuera de las horas de servicio, antes o después de conducir el automóvil, generosas cantidades de lo que se veía como muy buena cerveza.
Un día, al disponerse a ver televisión, decidieron que ellos también tomarían cerveza mientras miraran la película.
Prepararon todo, y ocurrió que esa única vez, Morse tomó jugo de naranja para sorpresa de todo el mundo.
Sucedió que Morse y Lewis tuvieron que viajar de Oxford a Australia por una investigación, y Morse detestaba la cerveza australiana.
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Cuando le preguntaban a ese hombre porqué caminaba en vez de tomar el transporte público, en lugar de decir que no tenía dinero para pagar, decía dos cosas.
Que caminar era muy bueno para la salud, y que jamás gastaría en un pasaje lo mismo que podía costarle tomarse una cerveza.
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Si pudiéramos abandonar aunque sea con dolor, pero generosamente, en las situaciones de la vida que nos piden dejar cosas, estaríamos haciendo cada vez una suerte de ensayo general de la muerte, esa salida de la escena.
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A la gente que le interesa el arte, puede resultarle de utilidad informarse acerca de las oportunidades en las que se hacen inauguraciones de las muestras en las que artistas plásticos exhiben su producción. No tiene mucho que ver con el arte, pero lo cierto es que en esos eventos suelen invitar al público con unas copas de vino, que no es obligatorio tomar, si es que a uno no le interesa el vino.
Pero a la gente que le interesa el vino puede resultarle de utilidad concurrir a esos eventos, sabiendo que gratuita y libremente puede tomarse alguna copa sin obligación de mirar las obras, si es que no les interesa el arte.
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En el Uruguay se puede ver un enfoque muy digno de la necesidad, reflejándose en el lenguaje, cuando un comerciante, en vez de decir que ese día no ha vendido nada, te dice que está todo muy tranquilo.
Y cuando le va pésimo, dirá que le va bastante regular.
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No sabía porqué los que trabajan en esta ciudad juntando la basura domiciliaria, corren todo el tiempo, en vez de caminar.
La explicación es sorprendentemente sencilla. Porque tienen un recorrido para hacer, no un horario, y cuanto antes terminen, antes se van para sus casas.
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Para la persona que busca un empleo en situaciones muy difíiles es habitual que tenga que dejar un papel con sus datos personales y antecedentes de desempeño laboral.
Pero si uno se pone suficientemente insistente, gente que jamás lo contrataría a uno por ningún concepto, sabe que puede sacarnos de encima pidiéndonos que le dejemos nuestros datos.
Y dedicando tiempo regularmente a esas entrevistas inútiles, y a redactar y entregar con esmero papeles que nadie leerá, es como si tuviéramos un trabajo.
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Lassie era un perro raza collie que actuó hace muchos años en las primeras series de televisión.
Yo conocí a un hombre que cuando quería decir que alguien era bueno e inocente decía:
es más bueno que Lassie.