domingo 16 de diciembre de 2001

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Esta es la secuencia que se sigue en el desarrollo del carácter, según lo expresa Richard Wilhelm en sus comentarios sobre el I Ching, libro de las mutaciones. (La orientación de la marcha del tiempo). Editorial Sudamericana

Así, el signo "El Porte" muestra el fundamento del carácter, el signo "Modestia" indica el manejo del carácter, el signo "Retorno" el tronco genético del carácter, el signo "Duración" procura la firmeza del carácter, el signo "Merma" el cultivo del carácter, el signo "Aumento" la plenitud del carácter, el signo "Desazón" la prueba del carácter, el signo "El Pozo", el campo del carácter, el signo "Lo Suave" la actividad del carácter.

El signo "El Porte" es armonioso y alcanza la meta. "La Modestia" honra y es luminosa. "El Retorno" es pequeño y sin embargo distinto de las cosas externas. "Duración" denota múltiples experiencias variadas, sin fastidio. "Merma" señala primero la dificultad y luego lo fácil. "Aumento" indica el crecimiento de la plenitud sin artilugios. "Desazón" conduce a la perplejidad y con ello al éxito. "El Pozo" permanece en su sitio y sin embargo ejerce su influjo sobre otros. "Lo suave" tiene la capacidad de sopesar las cosas y de permanecer oculto.

"El Porte" procura un vivir armonioso, "La Modestia" sirve para poner orden en las costumbres. "El Retorno" sirve para el conocimiento de sí mismo. "La Duración" hace a la uniformidad del carácter. "La Merma" aparta el daño, "El Aumento" crea el fomento de lo útil. Mediante "La Desazón", se aprende a reducir el rencor. "El Pozo" procura la discriminación de lo que es recto. Mediante "Lo suave" puede uno tomar en consideración circunstancias especiales.

Se presenta aquí sobre la base de nueve de los hexagramas, una exposición del desarrollo del carácter: en primer lugar se indican las relaciones de los hexagramas con el carácter. Acto seguido el material de los mismos, y finalmente sus efectos. El movimiento se lleva a cabo desde adentro hacia afuera. Aquello que se elabora en lo más íntimo del corazón, se torna visible exteriormente en sus consecuencias. Los nueve signos son los siguientes:

1. Nº 10 El Porte. Este signo trata las reglas del buen comportamiento, cuya observancia es condición previa para la formación del carácter. Este buen comportamiento es armónico … y en consecuencia aún bajo condiciones difíciles… alcanza la meta. De este modo procura las formas armoniosas que constituyen una condición previa para la conducta externa.

2. Nº 15 La Modestia. Este hexagrama designa la disposición espiritual necesaria para poder emprender, en general, la cultivación del carácter. "La Modestia"… honra a los demás y así alcanza sus propias honras. De esta manera regula el trato mediante el cual la amabilidad se retribuye con amabilidad. Confiere a las formas el contenido de la correcta disposición anímico espiritual.

3. Nº 24. El Retorno. El signo se caracteriza por el hecho de que el trazo luminoso retorna desde abajo ascendiendo hacia arriba. Significa raíz y tronco del carácter. El bien, que aparece abajo, es al comienzo apenas perceptible, pero es lo suficientemente fuerte como para que su modo de ser se imponga frente a las tentaciones del contorno. En cuanto retorno, sugiere también la idea de un constante arrepentimiento, de un constante volverse atrás cuando se han cometido faltas, como asimismo la necesidad del autoexamen y el autoconocimiento indispensables para ello.

4. Nº 32. La Duración. Este signo procura la firmeza del carácter en el tiempo. Muestra el viento y el trueno en junta permanente y provoca así variados movimientos y experiencias de las cuales surgen reglas firmes cuya consecuencia es el carácter uniforme.

5. Nº 41. La Merma. El hexagrama señala la merma de lo bajo, de los impulsos indómitos, a favor de la vida más elevada, la vida espiritual. Con ello se establece el cultivo propiamente dicho del carácter. Muestra primero la dificultad de la doma de los impulsos, y luego lo fácil, cuando ya el carácter se domina a sí mismo; mantiene así apartado el daño.

6. Nº 42. El Aumento. Este signo confiere al carácter la necesaria plenitud. El mero ascetismo no es suficiente para la formación de un buen carácter; también hace falta la grandeza. Ahora bien, el Aumento señala un crecimiento orgánico y nada artificial de la personalidad, y por lo tanto fomenta lo útil.

7. Nº 47. La Desazón. Este signo introduce el carácter ya formado en el campo de su confirmación. Surgen dificultades, obstáculos que deben superarse y que, sin embargo, con frecuencia, resultan insuperables. En este caso el hombre se ve colocado frente a límites que es incapaz de eliminar y cuya superación sólo se hace posible cuando se aceptan. Al reconocerse y aceptarse así las cosas en su necesaria condición de destino, se pierde el hábito de odiar la adversidad. Pues, ¿qué sentido, qué valor tendría arremeter contra el destino? Y así, en virtud de esta disminución del rencor, el carácter va purificándose y ascendiendo hacia una etapa más alta.

8. Nº 48. El Pozo. El hexagrama representa un pozo – manantial cuyo efecto de vasto alcance a pesar de su permanencia en el mismo sitio, se fundamenta en el hecho de que dispensa su bendición en un amplio perímetro. Así aparece ahora el campo del carácter, sobre el cual El Pozo puede ejercer sus efectos. Se señala el profundo influjo que parte de una personalidad rica y generosa, no disminuido por el hecho de que la condición dispensadora se mantiene en discreta reserva. El signo indica qué es lo correcto y da así la posibilidad de llevarlo a cabo.

9. Nº 57 Lo Suave, Lo penetrante. Este signo confiere la adecuada ductilidad del carácter. Lo que se requiere no es un rigor que actúe de acuerdo con principios prefijados y que en realidad no implica más que pedantería, sino una ágil movilidad, apta para sopesar las cosas y penetrar en las necesidades del momento; de este modo uno no se expone a riesgos y aprende a tener en cuenta las circunstancias y a conservar, junto a una sabia ductilidad, la fuerte integridad de su naturaleza.

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Perplejidad. Aquí es donde nos vinimos a enterar que la perplejidad conduce al éxito. No es poco saber esto, con lo incómoda que nos está resultando la perplejidad.

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Para una versión del I King. (Jorge Luis Borges)

El porvenir es tan irrevocable

Como el rígido ayer. No hay una cosa

Que no sea una letra silenciosa

De la eterna escritura indescifrable

Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja

De su casa ya ha vuelto. Nuestra vida

Es la senda futura y recorrida.

El rigor ha tejido la madeja.

No te arredres. La ergástula es oscura,

La firme trama es de incesante hierro,

Pero en algún recodo de tu encierro

Puede haber una luz, una hendidura.

El camino es fatal como la flecha.

Pero en las grietas está Dios, que acecha.

Si… ya se…. qué quiere decir ergástula. Dice el diccionario: Ergástulo o ergástula: Cárcel subterránea destinada en Roma a los esclavos.