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Un hombre pasó a ser sospechoso de homicidio, y sucedió cuando el portero del edificio que tiene varios pisos, cayó justo del lado de afuera de la puerta del departamento donde vive este hombre, rompiéndose el cráneo por el golpe contra la puerta.
Allí estuvo el cuerpo, hasta que dos detectives terminaron de sacar sus conclusiones. Eso duró dos días.
Fue sospechoso porque esos detectives no podían creer porqué ni el hombre que vivía dentro de ese departamento ni su esposa oyeron el tremendo golpe contra la puerta.
Tuvieron que invitar a los detectives a sentarse al lado de la puerta, y mostrarles cómo ella estudiando violín en un cuarto, y él estudiando piano en el otro, no podían hacer más que tocar bien fuerte para no distraerse con el instrumento que sonaba a todo volumen en el cuarto de al lado.
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Los detectives desconfiaban además porque seguramente veían las mismas películas que vemos nosotros a veces, donde los criminales parecen inocentes, y los inocentes parecen criminales.
Creo que deben haber pensado también que si alguien tiene el tremendo coraje de dedicar su vida a la música, será porque seguramente es capaz de hacer cualquier cosa.